A ver. Yo no pretendo escribir mejores emails que tú. No necesariamente. Porque esto no es una competencia. Lo que pretendo es hacer textos tal como si los hubieses hecho tú, con algo de lo que yo sé.
Lo que yo hago es darte tiempo y espacio para tú te ocupes de las cosas importantes de tu negocio y delegues algo que pensabas que no se podía delegar o que no querías, porque en el fondo lo disfrutas.
Pero es imposible llegar a todo si de verdad quieres tener un negocio en lugar de ser un esclavo. Y aunque seas el mismísimo García Márquez, escribir un email cansado y por salir del paso es dejar una huella en el inconsciente de tu cliente. Una huella muda que los va aburriendo.
Yo, en cambio, no escribo nunca cansada. Básicamente, porque no tengo nada más importante en que ocuparme. Mi negocio en sí mismo es escribir emails.