Lecciones del libro Reinicia

La promesa de este libro es conseguir el éxito en los negocios de una manera más sencilla y mejor. Se trata de sacar adelante una empresa de manera ágil.

Es un contenido que ya tiene 10 años y resulta que vaticinó muchas de las formas de hacer negocios que funcionan a día de hoy. Pero su utilidad, no ha caducado y por eso en esta entrada verás las lecciones de este maravilloso libro escrito por Jason Fried y David Hansson.

Ignorar al mundo real

Va de ignorar a todos aquellos que basados en “la lógica” nos dicen que nuestra idea no va a funcionar.

No deberíamos dudarlo por lo que alguien diga.

Para eso existen las metodologías ágiles que permiten probar y validar casi cualquier idea de negocio.

Aprender de los errores está sobrevalorado

El fracaso no es un prerequisito del éxito.

Tener errores está sobrevalorado en el sentido de que estadísticamente no hay evidencia de que hay un número de fracasos antes del éxito. Aunque es algo que parece natural, no es obligatorio.

La base de todo es que haya un público que desee tu producto o servicio.

La planificación es adivinación

Cada vez que haces es un plan de negocios sencillamente haces proyecciones a futuro.

De modo que eso no es lo que va a pasar.

Por eso, más importante que cualquier plan, es tomar decisiones con buen juicio y en el momento correcto.

¿Por qué crecer?

No deberíamos sentirnos inseguros por tener un negocio pequeño.

Si no quieres crecer, no tiene que ser obligado.

Parece que escalar es un paso obligatorio de todas las empresas, pero no tiene sentido que así sea.

Claro, la empresa debe ser un negocio que te permita vivir, no un autoempleo que te  mantenga esclavizado.

Los adictos al trabajo NO son más productivos

Aunque se crean los héroes de la función, los adictos al trabajo no son en realidad productivos a largo plazo, pues sacrifican su calidad de vida.

No es deseable ni deberíamos perseguir o aplaudir eso.

Ya basta de decir emprendedores

En el libro lo atacan como un término que ha sido demasiado abusado.

Proponen que se llamen “starters” como aquellas personas que les gusta comenzar negocios.

Esto no se trata nada más de nomenclatura sino de la personalidad que se supone debe tener una persona con esta etiqueta.

Dejar marca en el universo

Se trata de disfrutar realmente de lo que hacemos, pero también de tener sentido de propósito con lo que haces.

No se trata de que sea algo filantrópico ni de encontrar la cura a una enfermedad, sino aportar algo a la vida de los usuarios que de alguna manera genere un impacto positivo en los demás.

Empieza por casa

Realiza algo que tú utilizarías.

Un gran producto debería ser algo que tú mismo disfrutarías usando o haciendo.

Empieza de una vez, no existe el momento ideal

Se trata de hacer, de accionar, de pasar a pasos por pasos.

Una idea en sí misma no es vendible y no vale nada si no se pone en práctica.

Empieza, aunque sea con lo mínimo.

No tener tiempo no es excusa

Soy demasiado joven o soy demasiado viejo.

No tengo tiempo o no tengo dinero.

Todas estas son excusas que te impiden ponerte en marcha.

Siempre hay una forma, pero hay que ser creativos.

Tienes que creer en algo

La idea es la espina dorsal de tu negocio.

Es lo que te mueve, y eso es lo que conecta con tus seguidores o con tu audiencia.

Si solo tienes un producto, solo podrás competir por precio. Pero si aportas más que eso, será mucho más sencillo y eso depende de lo que tú piensas sobre tu negocio y de la motivación al crearlo.

La misión de una empresa es Misión imposible

No sirve que la misión sea un simple manifiesto.

La misión debe estar en todo lo que se hace, en todo lo que se dice y en los productos y servicios. Debe impregnar cada rincón de tu empresa.

La inversión externa es el plan Z

Es mejor crecer de una forma orgánica.

Comparto totalmente la idea de validar el negocio antes de endeudarse.

Mi frase favorita del libro: «Las ideas nunca mueren, pero la inspiración para realizarlas caduca: actúa hoy mismo«. Jason Fried y David Heinemeier (Rework)

Ya leíste este libro, y si es así, ¿qué te pareció?